Te propongo un largo viaje juntas, al fin del mundo.

No te conozco desde mucho, pero tampoco desde poco. No sé cual es tu color favorito ni que clase de música te gusta. Si eres más de carne o pescado, o simplemente te da igual. Si tienes pequeñas manías o rutinarias costumbres. Por saber, no sabría nada de ti igual que tu de mi. Pero ahora que va pasando el tiempo te das cuenta que para querer tanto a una persona no hace alta saber ni mucho ni poco; si no lo necesario. Porque no sabré si te gusta el rojo o el verde pero si lo que sucede con una simple mirada en cualquier momento. También sé que para hacerte feliz solo bastaría una palabra como un TE QUIERO. Porque tu eres así, sencilla; llena de vida, con una sonrisa contagiosa; cariñosa hasta las trancas y divertida un buen rato, no te hace falta un millón de cosas, de tonta no tienes ni un pelo; te destruyes con facilidad pero te recuperas con seguridad, a veces débil y a veces fuerte como una roca, sincera ante todo, con miedos y defectos pero virtudes especiales. Eres como eres y te conozco hace 1 mes, más o menos, pero en este tiempo has conseguido entrar en mi vida y estoy tan segura porque no me bastó una tarde para darme cuenta de como eras. No dudes que yo estaré en las buenas, en las malas y en las peores. Cuando te falte aire de tanto reír o te ahogues en tus lágrimas; cuando te vuelvas loca o cuando el mundo se te venga encima, como tantas veces hemos pasado o simplemente cuando necesites hablar.
La más mejón, Beatriz Acuña Lopez.